Un individuo apostado en el piso 32 de un hotel de Las Vegas mató a más de 50 personas disparando indiscriminadamente ráfagas de fusil contra el público de un concierto de música country al aire libre que se celebraba abajo.
«En este momento hay más de 50 muertos y por encima de 200 individuos heridos», informó la Policía Metropolitana de Las Vegas sobre lo que ya se considera la peor matanza masiva en la historia de los Estados Unidos.
En una rueda de prensa, el jefe de dicho cuerpo policial, Joe Lombardo, indicó que han identificado al presunto autor del ataque como Stephen Paddock, de 64 años, un residente local de Las Vegas cuyos motivos por ahora son una incógnita.
«En este momento no sabemos cuáles eran sus creencias», dijo Lombardo, quien aseguró que la investigación sigue abierta.
El ataque tuvo lugar en la noche del domingo, cuando junto al hotel Mandalay Bay de Las Vegas se celebraba el cierre del festival de música country «Route 91 Harvest», que duró tres días.
Lo que se suponía que iba a ser una noche de alegría, música y baile se convirtió a las 22.08 horas (PT) en una pesadilla para la multitud que asistía al concierto, cuando empezaron a sonar las ráfagas de disparos de un fusil de asalto.
En un principio, según los testigos, las detonaciones se confundieron con la explosión de tracas de petardos, pero poco a poco el pánico se fue contagiando entre los asistentes cuando se empezaron a ver personas cayendo abatidas por las balas.
La escena fue recogida por numerosas personas que grababan el concierto con sus teléfonos móviles y que posteriormente publicaron las grabaciones en sus cuentas en las redes sociales de internet.
En estos vídeos se pueden escuchar claramente largas ráfagas de disparos mientras se ve a la gente correr despavorida, de pie preguntándose qué sucede o tirada ya sobre la hierba protegiéndose de las balas o ya víctima de ellas.
«Abajo, quedaos abajo», se escucha a una mujer en uno de ellos, mientras otra persona grita que lo que hay que hacer es salir corriendo, antes de que surja el estruendo de otra ráfaga de fusil, de cuyo origen no parecen tener la más mínima sospecha.
El tiroteo y los crecientes gritos de los asistentes al concierto comenzaron hacia las 10.00 pm mientras el cantante Jason Aldean actuaba en la jornada de cierre del festival de música country.
Según los testigos, hacia esa hora se escucharon las primeras largas ráfagas de disparos efectuados posiblemente con un fusil de asalto, que provocaron el pánico entre los asistentes y que continuaron incluso después de que la banda dejara de tocar.
Por la cadencia de las ráfagas, según los testigos, pareciera que Stephen Paddock sólo parase de disparar para poner un cargador nuevo tras haber agotado las bales del anterior.
Tras ser alertados del tiroteo en el concierto y despachar al lugar varios coches patrulla, la policía averiguó que el ataque se llevaba a cabo desde lo alto del Hotel Mandalay, por lo que enviaron a un equipo de la unidad de elite SWAT que lo abatió.
«A través de la investigación logramos determinar que los disparos procedían del piso 32 del Mandalay Bay, los agentes que acudieron se enfrentaron al sospechoso en ese lugar y actualmente está muerto», afirmó en la rueda de prensa el jefe policial.
Dentro de la investigación, la policía cree haber dado ya con la acompañante del atacante, Marilou Danley, una mujer de origen asiático de 1,50 metros de altura y 50 kilos de peso que viajaba con él y a quien desean interrogar sobre el caso.
Las autoridades consideran que el sujeto actuó solo, lo que en la jerga policial estadounidense se ha dado en llamar un «lobo solitario», lo que desmiente informaciones anteriores divulgadas por medios locales que habían interceptado las comunicaciones de radio de la policía y que apuntaban a dos posibles atacantes.
La policía mantiene cerrado un amplio sector del sur del bulevar Las Vegas, que sirve de columna vertebral a la ciudad del juego y constituye una de sus estampas más características por la sucesión de hoteles y casinos con sus anuncios luminosos.
Según la Casa Blanca, el presiente Donald Trump ha sido informado de la «horrible tragedia» y se encuentra monitoreando la situación estrechamente y ofreciendo todo el apoyo del Gobierno a las autoridades estatales y locales.
«Mis más cálidas condolencias y compasión para las víctimas y familiares del terrible tiroteo en Las Vegas. ¡Dios os bendiga!», escribió Trump en su cuenta de Twitter.