Con el regreso a clases y el aflojamiento de las restricciones del COVID-19 en Nueva York y en todo el país, el comienzo de este año académico puede sentirse relativamente rutinario.
Esto incluye un retorno al aprendizaje y las actividades en persona, incluyendo la oportunidad de programar exámenes de salud recomendados que algunas familias pueden haber pospuesto desde que surgió la pandemia del COVID-19. De hecho, casi 1 de cada 5 padres difirió las visitas de atención preventiva para sus hijos debido al COVID-19.
Antes de que los horarios se llenen de clases, tareas y actividades extracurriculares, revise esta lista de salud para el regreso a clases con medidas que debe tomar para ayudar a darle a los niños una mejor oportunidad de triunfar dentro y fuera del aula:
Programe un examen ocular completo. Una visión adecuada es crucial para el éxito en la escuela, tanto en el aula como cuando se practican deportes. Si bien los exámenes de visión escolares son valiosos, estos exámenes pueden pasar por alto ciertas condiciones, como mala alineación ocular, problemas de enfoque e hipermetropía. Es por lo que se recomienda que los niños obtengan su primer examen ocular completo a la edad de 1 año y otro antes de comenzar el kindergarten. Si no se detectan problemas de visión, se recomienda que los niños tengan un examen al menos una vez cada dos años. Desafortunadamente, se estima que 600,000 niños y adolescentes son ciegos o tienen un trastorno de la vista, lo que remarca la importancia de una visita al oftalmólogo.
Incluso después de recibir un examen ocular completo, es importante monitorear la fatiga ocular digital. Esta afección puede ser causada por el uso excesivo de dispositivos digitales, como computadoras o teléfonos inteligentes, y puede contribuir a dolores de cabeza, sequedad en los ojos y dolor de cuello u hombro. Algunos consejos para ayudar a evitar la fatiga ocular digital incluyen mantener las pantallas de la computadora al menos a 30 pulgadas de distancia, tomar descansos cada 20 minutos o invertir en protectores de pantalla que ayuden a limitar la exposición a la luz azul. Algunos planes de salud ofrecen descuentos en este tipo de protectores o computadoras con propiedades de filtrado de luz azul incorporadas. En parte debido al aumento del tiempo frente a las pantallas, la miopía afecta hoy al 41% de los estadounidenses – comparado con el 25% en 1970.
Programe una limpieza dental. La salud dental adecuada puede ayudar a sus hijos a mantenerse seguros y sonrientes, y también beneficiar su bienestar general. Esto se debe a que la salud bucal contribuye a la salud general, ayudando al cuerpo a protegerse de infecciones, inflamaciones sistémicas y varios tipos de enfermedades como la diabetes y las enfermedades del corazón. Si bien las caries dentales son en gran medida prevenibles, desafortunadamente se clasifican como la enfermedad crónica más común entre los niños. De hecho, a los 5 años, casi el 50% de los niños tienen al menos una carie. Para ayudar a prevenir esto, considere programar un examen dental al comienzo del año escolar y cada seis meses después de eso.
Además de las limpiezas de rutina, mantener una salud bucal adecuada en el hogar es importante durante todo el año. Esto incluye cepillarse los dientes (y la lengua) por hasta dos minutos, después de las comidas y antes de acostarse; usar un cepillo de dientes de cerdas suaves; enjuagarse durante 30 segundos con un enjuague bucal, que puede ayudar a matar bacterias y limpiar partes de la boca que el cepillo podría pasar por alto; usar hilo dental diariamente, además de usar un flosser de agua; y mantenerse hidratado para ayudar a evitar problemas de boca seca, al tiempo que limite los refrigerios y bebidas azucaradas.
Programe una prueba de audición. La mayoría de las escuelas ofrecen exámenes de audición, a menudo cada dos años a partir del kindergarten o primer grado. Si se identifica un problema auditivo, como la pérdida auditiva debido a una infección del oído medio, o una pérdida auditiva en un solo oído, una referencia para una evaluación audiológica completa es generalmente el siguiente paso. Es importante no retrasar esta prueba más completa con un profesional de salud, ya que la pérdida de audición puede afectar la capacidad de un niño para desarrollar el habla, el lenguaje y las habilidades sociales. La intervención temprana es clave para identificar el tratamiento más apropiado lo antes posible, lo que puede contribuir el mejor resultado posible.
Al mismo tiempo, los padres deben ayudar a los niños a adoptar estrategias de audición seguras y evitar la exposición excesiva a sonidos fuertes, lo que puede contribuir a la pérdida de audición con el tiempo. De hecho, casi el 50% de las personas entre los 12 y los 35 años están en riesgo de desarrollar pérdida auditiva debido a factores ambientales, como escuchar música a través de dispositivos de audio personales. Las estrategias a considerar incluyen el uso de protección auditiva (tapones para los oídos u orejeras) al asistir a eventos deportivos o conciertos de música; seguir la regla 60-60, lo que significa limitar el uso de auriculares o audífonos a no más de 60 minutos a la vez y a no más del 60% del volumen máximo; e invertir en auriculares o audífonos con cancelación de ruido para evitar la tendencia a subir el volumen para ahogar el ruido de fondo.
La temporada del regreso a clases es un momento emocionante, lleno de amigos y actividades divertidas. Para ayudar a aprovechar al máximo esta época del año, considere agregar estas tres citas a la lista de tareas pendientes de su familia.
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