El gobierno de Donald Trump exigirá a los millones de inmigrantes indocumentados que viven en Estados Unidos que se inscriban en un registro federal y proporcionen sus huellas dactilares, pidiéndoles además que se vayan del país voluntariamente (se autodeporten).
De lo contrario, los inmigrantes que no se inscriban en el registro pueden enfrentar un proceso penal con multas e incluso penas de cárcel, una escalada respecto a su condición migratoria actual, considerada un delito civil.
La medida busca en realidad presionar a millones de indocumentados que viven en EE.UU. para irse del país por su propia cuenta, dado que la inscripción en el registro proporcionaría datos al gobierno para su deportación, pero incumplirlo podría suponer penas de cárcel.
«El presidente Trump y la secretaria (de Seguridad Nacional, Kristi) Noem tienen un mensaje claro para quienes están en nuestro país ilegalmente: Márchense ahora», dijo la portavoz de ese departamento, Tricia McLaughlin.
«Si se van ahora, podrían tener la oportunidad de regresar y disfrutar de nuestra libertad y vivir el sueño americano», añadió en un comunicado publicado por The New York Times.
Asimismo, los padres de extranjeros indocumentados mayores de 14 años también deberán inscribir a estos menores de edad en el mencionado registro.
No obstante, es poco probable que los inmigrantes se inscriban en este registro de la Administración Trump, dado que el mandatario ha prometido deportaciones masivas de los más de 11 millones de indocumentados que viven en el país.
Este registro tiene como base legal una ley en desuso aprobada durante la Segunda Guerra Mundial para que los inmigrantes indocumentados que llegaban al país se inscribieran.
Penalizar a extranjeros «ilegales»
Cabe informar que la Secretaria Kristi Noem anunció que el Departamento de Seguridad Nacional (Department of Homeland Security – DHS) aplicará plenamente la Ley de Inmigración y Nacionalidad, que creó múltiples herramientas para rastrear a los extranjeros ilegales y obligarlos a abandonar el país voluntariamente.
Estas herramientas incluyen sanciones penales para ciertos extranjeros que:
– No abandonen voluntariamente los Estados Unidos.
– No se registren ante el gobierno federal y no se tomen las huellas digitales.
– No informen al gobierno federal sobre los cambios en su dirección.
«El hecho de que un extranjero no abandone EE.UU. es un delito que podría resultar en una multa económica significativa. El hecho de que un extranjero no se registre es un delito que podría resultar en una multa, prisión o ambas. Durante décadas, esta ley ha sido ignorada, pero ya no», sostiene mediante comunicado el DHS.
«La autodeportación masiva obligatoria es un camino más seguro para los extranjeros y las fuerzas del orden, y ahorra dinero de los contribuyentes estadounidenses, además de conservar los valiosos recursos de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) y de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) necesarios para mantener seguros a los estadounidenses».
De acuerdo a lo publicado por el DHS los extranjeros pueden registrarse en el portal de USCIS.gov.
Este anuncio se produce poco después de una campaña publicitaria nacional e internacional que advierte a los extranjeros ilegales que se autodeporten y se mantengan fuera de los Estados Unidos.
(Con reporte de EFE y DHS)
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