El presidente, Donald Trump, usó el ataque en Nueva York, perpetrado por un joven bangladeshí, para pedir al Congreso que sustituya el actual sistema migratorio basado en la reagrupación familiar por otro que seleccione a los extranjeros en función de sus méritos.
En declaraciones a la prensa en la Casa Blanca, Trump pidió al Congreso que «inmediatamente» acabe con lo que llamó «cadena migratoria» que permite a los estadounidenses reclamar a su familia en el extranjero y también con la lotería de visados, a la que se postulan los nacionales de países con pocos inmigrantes en EEUU.
Trump hizo esas declaraciones tras el atentado del lunes en Nueva York, perpetrado por Akayed Ullah, un bangladeshí que había llegado a EEUU en 2011 gracias a un visado de reagrupación familiar.
Su ataque sigue a otro que se produjo también en Nueva York en octubre, cuando ocho personas murieron tras ser atropelladas por la furgoneta que conducía Sayfullo Saipov, un uzbeko que había llegado a Estados Unidos gracias a la lotería de visados.
Los dos pudieron acceder a las llamadas «tarjetas verdes» («green cards»), que permiten a extranjeros vivir y trabajar en EEUU.
«Ha habido dos ataques terroristas en la ciudad de Nueva York en las semanas recientes llevados a cabo por extranjeros que tenían ‘tarjetas verdes’. El primer atacante vino con una lotería de visados y el segundo a través de una ‘cadena migratoria’. Vamos a acabar con ambos», se comprometió hoy Trump.
«Vamos a acabar con ambos, rápido. El Congreso debe involucrarse inmediatamente», aseguró el presidente, que dijo tener un «tremendo apoyo» entre los legisladores.
Ya en octubre, Trump envió al Congreso su plan de principios migratorios, en el que pedía a los legisladores la aprobación de una reforma migratoria que incluyera fondos para el muro en la frontera con México, así como disposiciones que permitieran limitar la concesión de visas mediante un sistema de méritos.
El plan despertó la oposición frontal de los demócratas, pero posteriormente quedó sepultado por los planes de Trump para sacar adelante su reforma fiscal.
Hoy, sin embargo, tras el atentado en Nueva York, diferentes miembros del Gobierno, incluido el fiscal general, Jeff Sessions, comparecieron ante la prensa para volver a pedir que se limite la inmigración legal y se establezca un sistema de méritos que beneficie a los trabajadores estadounidenses.
«Debemos dar prioridad a aquellos que prosperarán aquí, como aquellos que hablan inglés o están altamente capacitados, no a alguien elegido al azar o que sea pariente de alguien», consideró Sessions, que estuvo acompañado por la nueva secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen M. Nielsen.
También desfiló ante las cámaras el director del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS), Francis Cissna, quien dio más detalles sobre la situación migratoria del autor del atentado de Nueva York, inspirado supuestamente por el Estado Islámico (EI) y donde resultaron heridas cuatro personas.
Según Cissna, el sospechoso, Akayed Ullah, llegó a Estados Unidos en 2011 porque su tío se había beneficiado previamente de la lotería de visados.
Cissna consideró que ese sistema de lotería de visados es «fraudulento» y sugirió que sus «bajos estándares» hacen más probable que entren terroristas a Estados Unidos.
«Con esos bajos estándares, no estás seleccionando al tipo de gente que queremos en este país, que tendrá un éxito seguro en nuestra nación y que podemos asegurarnos que se integrará bien», subrayó Cissna, que intervino al comienzo de la rueda de prensa diaria de la Casa Blanca.
Trump llegó al poder hace casi un año con la promesa de poner a «EEUU primero» y, durante ese tiempo, ha proclamado diferentes vetos para restringir la entrada a territorio estadounidense de los nacionales de diferentes países de mayoría musulmana.
Ni Bangladesh ni Uzbekistán, países de origen de los dos supuestos autores de los últimos atentados en Nueva York, aparecen en la lista de países incluidos en los vetos de Trump.