Unicef reclamó protección para los niños que forman parte de las caravanas de migrantes centroamericanos que buscan llegar a Estados Unidos, urgiendo a garantizar su acceso a procesos de asilo y evitando que sean separados de sus familias.
En un comunicado, la agencia de la ONU para la Infancia destacó las «difíciles condiciones» a las que se enfrentan estos menores, que llegan además huyendo de «violencia, extorsión, pobreza y falta de oportunidades» en países de América Central.
«Unicef está profundamente preocupada por la seguridad y el bienestar de más de 1.000 niños migrantes que están atravesando México o que esperan en la frontera de Tijuana a que sus peticiones de asilo sean escuchadas por las autoridades migratorias en EE.UU.», señaló la agencia.
Según la nota, los menores tiene un «acceso limitado a muchos servicios esenciales» como nutrición, educación y sanidad y corren riesgo de ser explotados y abusados durante el trayecto o en los campamentos junto a la frontera.
«Un niño es ante todo un niño, sin importar su estatus migratorio», señaló Unicef, que urgió «a todos los Gobiernos a garantizar que los niños desplazados tengan acceso a los procedimientos de asilo de manera oportuna, independientemente de cómo hayan entrado en el país».
Además, urgió a los países de la zona a «mantener a las familias unidas» y a utilizar «alternativas a la detención» de migrantes, recordando que puede suponer una experiencia «traumática» para los menores y dejarlos en una situación aún más peligrosa.
«Unicef está lista para trabajar con todos los Gobiernos de la región para asegurar que los niños desplazados tengan el apoyo y los servicios que necesitan y que sus derechos se respetan», señaló la agencia de Naciones Unidas.
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