El gigante de la mensajería UPS anunció que ha alcanzado un principio de acuerdo con el sindicato que representa a más de 300.000 de sus trabajadores en Estados Unidos para un nuevo convenio, lo que evitaría una huelga con la que los empleados habían amenazado a partir de agosto.
El pacto, confirmado por el sindicato Teamsters, tiene validez para 5 años y aún debe ser ratificado por los afiliados.
«Juntos hemos alcanzado un acuerdo en el que todos ganan sobre los asuntos que son importantes para el liderazgo de Teamsters, nuestros empleados, UPS y nuestros clientes», dijo en un comunicado Carol Tomé, la consejera delegada de la empresa.
Según Tomé, el nuevo convenio ofrece a los empleados a tiempo completo y parcial salarios y beneficios «líderes en el sector» y, al mismo tiempo, garantiza la «flexibilidad» que la compañía ve necesaria para mantener la competitividad.
Aunque UPS no dio detalles sobre el contenido del acuerdo, el sindicado aseguró que incluye subidas salariales para todos los trabajadores, crea más puestos a tiempo completo e incluye decenas de mejoras en las condiciones de trabajo.
«UPS ha puesto sobre la mesa 30.000 millones de dólares en nuevo dinero como resultado directo de estas negociaciones», aseguró el presidente de Teamsters, Sean M. O’Brien.
Según el sindicato, las discusiones fueron muy complicadas y la empresa estuvo «peligrosamente» cerca de forzar una huelga, que habría sido la mayor en una única compañía en la historia del país y podría haber paralizado gran parte del transporte de mercancías, suponiendo un duro varapalo para la economía estadounidense.
Según algunos cálculos, hasta un 6 % del Producto Interior Bruto (PIB) de Estados Unidos se mueve a bordo de los camiones de UPS (United Parcel Service), que es la mayor compañía de mensajería y paquetería del mundo.