Una coalición de organizaciones y políticos, encabezados por la fiscal general del estado de Nueva York, Letitia James, hicieron un llamado a los neoyorquinos a responder al Censo 2020 para defender su representación en el Congreso y la asignación de fondos federales, al aproximarse la fecha límite actualiza del 31 de octubre (antes era el 30 de septiembre pero fue cambiada por orden de una juez federal).
Un censo completo y exacto es crítico para la educación, los hospitales y los fondos de transporte en todo el estado de Nueva York, advirtieron en reciente conferencia de prensa conjunta en la que participaron la senadora federal Kirsten Gillibrand, el representante Jerrold Nadler, ambos demócratas, y el presidente y director ejecutivo de la Federación Hispana, Frankie Miranda.
Según nuevos datos publicados por la Oficina del Censo de la Ciudad de Nueva York, la tasa de respuesta al formulario en algunos vecindarios ha sido tan baja como el 35 por ciento.
«Nuestra democracia depende del censo, desde la asignación de recursos federales hasta la determinación de los distritos electorales del Congreso, por lo que es de vital importancia asegurar el recuento más exacto de la población», indicó James.
«Nos estamos quedando atrás en la respuesta al censo como resultado de la pandemia de COVID-19 y otros factores. Todos cuentan, por lo tanto, todos deben ser contados, y debemos hacer todo lo posible para asegurar altos niveles de participación», sostuvo la fiscal general.
El censo se realiza cada 10 años por mandato constitucional y de acuerdo al resultado se distribuyen fondos para los estados para educación, salud, parques, transporte y carreteras, entre otros proyectos necesarios.
También determina los escaños que tendrá el estado en el Congreso. Si Nueva York no logra un recuento completo y exacto podría perder hasta 2 asientos en el Congreso.
«El censo es una herramienta vital para asegurar que todas nuestras comunidades reciban los recursos que necesitan para prosperar», indicó la senadora Gillibrand.
Sin embargo, advirtió que la reciente revocación de la extensión del plazo por parte de la Administración del presidente Donald Trump «ha hecho aún más difícil que los neoyorquinos tengan un recuento justo y preciso».
«A medida que los neoyorquinos trabajan para revivir nuestra economía y nuestros vecindarios de esta crisis, es importante que cada persona sea contada para asegurar que nuestras comunidades, especialmente los hogares de más difícil acceso, reciban los servicios y fondos que necesitan», señaló la senadora y advirtió que a solo un mes del plazo, menos del 60 % de los hogares han respondido.
Mientras que la directora del censo de la ciudad, Julie Menin, reiteró que «el tiempo se está acabando para que los neoyorquinos sean contados» y que «nunca ha sido más importante tomarse los 10 minutos para llenar el censo».
«Donald Trump ha recortado tiempo para llenar el censo por un mes en un intento de sabotear el recuento y cambiar la forma en que el dinero y el poder se distribuyen en todo el país», afirmó.