El último torneo de Grand Slam de la temporada, el Abierto de Estados Unidos, bajó el telón después de 14 días de competición en la que el tenis español y el estadounidense fueron los triunfadores con Rafael Nadal como nuevo campeón y a la local Sloane Stephens nueva «reina», en la competición femenina.
Nadal, a sus 31 años no dejó ninguna duda que ha vuelto a recuperar su mejor tenis, y al margen de las ausencias por lesión del serbio Novac Djokovic, del escocés Andy Murray y del suizo Stan Wawrinka, que no pudo defender el título de campeón, el tenista de Manacor demostró de principio a fin del torneo que estuvo por encima de todos cuando concluyó el partido de la final que ganó con facilidad por 6-3, 6-3 y 6-4 al surafricano Kevin Anderson (28).
El nuevo monarca del US Open, que ganó su tercer título (2010, 2013 y 2017) en cuatro finales disputadas y 13 participaciones (53-10), también por primera vez desde el 2010 logró un doblete con el triunfo en Roland Garros y llegar a los 16 trofeos de Grand Slam, sólo superado por los 19 del suizo Roger Federer.
Nadal se va de Flushing Meadows, Queens, como «rey» indiscutible con un premio en metálico de 3,7 millones de dólares, que le permite elevar sus ganancias como profesional hasta los 90 millones de dólares.
Stephens, la Sorpresa
Si el título de Nadal, que llegó al torneo como primer cabeza de serie, se esperaba, el gran triunfo de la joven Stephens, 83 del mundo, que ganó la final femenina por 6-3 y 6-0 a su compatriota Madison Keys, de 22 años, y decimoquinta favorita, fue la gran sorpresa que rompió todos los pronósticos.
Stephens, de 24 años, que nunca antes había jugado una final del Abierto de EEUU, ni tampoco de un Grand Slam, consiguió un triunfo con el que hizo historia después de haber remontado en apenas cinco semanas 957 puestos en la clasificación mundial y un premio de 3,7 millones de dólares.
Apenas el pasado 8 de abril, Stephens comenzaba de nuevo a caminar para iniciar un proceso de recuperación de la operación a que había sido sometida en el pie izquierdo.
Su gran fuerza de voluntad y apoyo de la madre y los preparadores hicieron posible el milagro no sólo de recuperarla sino de volverla a proyectar como la tenista que muchos esperaban y ahora vuelven a confiar pueda ser la heredera natural el hueco que dejan las hermanas Venus y Serena Williams cuando se retiren.
De hecho, la final fue la primera desde el 2002 cuando la jugaron las hermanas Williams con triunfo para Serena, que todo el protagonismo le correspondió al tenis femenino estadounidense.
Dobles con Título
Mientras que en la competición de dobles masculinos, el tenis español también tuvo protagonismo con Feliciano y Marc López que disputaron y perdieron la final por 6-4 y 6-3 ante la pareja que formaron el holandés Jean-Julien Rojer y el rumano Horia Tecau (12), primer título del Abierto en su carrera con un premio, a repartirse, de 675.000 dólares, por 340.000 dólares para los perdedores.
El US Open también dejó la continuidad de la figura ganadora de la suiza Martina Hingis, de 36 años, que logró doblete con la competición de dobles femeninos y mixtos. Hingis se proclamó campeona al formar pareja con la taiwanesa Yung-Jan Chan, segundas cabezas de serie, y ganaron por 6-3 y 6-2 a las checas Lucie Hradecka y Katerina Siniakova, séptimas favoritas.
También ganó el título de dobles mixtos con el escocés Jamie Murray al vencer por 6-1, 4-6 y 10-8 a la pareja formada por la también taiwanesa Hao-Ching Chan y el neozelandés Michael Venus.
Juniors Campeones
Mientras que el chino Yibing Wu, de 17 años, segundo cabeza de serie, se proclamó campeón junior del Abierto de Estados Unidos al superar en la final por 6-4 y 6-4 al argentino Alex Geller, primer favorito. Es el primer tenista chino que gana este torneo de Grand Slam.
Dentro de la competición femenina junior, la local Amanda Anisimova, de 16 años, cuarta cabeza de serie, se proclamó campeona al ganar por 6-0 y 6-2 a su compatriota Cori Gauff, que llegó al torneo sin estar entre las preclasificadas.
- Más Acción : Nadal arrolla a Del Potro y jugará su cuarta final