La joven tenista estadounidense Sloane Stephens se proclamó como nueva campeona del Abierto de Estados Unidos al vencer en la final por 6-4 y 6-0 a su compatriota Madison Keys, decimoquinta cabeza de serie, en el duelo de tenistas locales.
Stephens, de 24 años, que se enfrentó por segunda vez como profesional a Keys, tiene ahora ventaja de 2-0 después que también ganó a su compatriota en la segunda ronda del Abierto de Miami del 2015.
Su segundo duelo fue histórico porque se trató del primero para ambas en Flushing Meadows al convertirse Stephens, que llegó como número 83 del mundo, en la quinta ganadora que consigue el título sin que llegase al cuadro principal como cabeza de serie.
Pero en la pista central Arthur Ashe apenas necesitó 61 minutos para conseguir su primer título US Open, donde su mejor clasificación anterior había sido la cuarta ronda en el último torneo de Grand Slam de la temporada de 2013.
Una Locura
Sloane Stephens consideró una «locura» haberse alzado hoy campeona en el Abierto de EEUU tras pasar por una cirugía que la mantuvo más de once meses fuera de juego.
«No podía levantar peso durante 16 semanas, así que no podía andar o poner presión en mi pie», recordó Stephens sobre la operación a la que se sometió en enero en una rueda de prensa tras su triunfo.
«¿Sabía que esto acabaría así después de no jugar al tenis durante meses y estar de baja once meses? No creía que pudiera ser. Pero trabajé duro, y ahí estaba, y tomé la oportunidad cuando vino», reconoció.
Visiblemente feliz, contestando con bromas y jovialidad, Stephens destacó como una «locura» haber ganado un Grand Slam, el primero de su carrera, y «aún más increíble» tratándose del Abierto y siendo ella estadounidense.
Cuando los periodistas le indicaron que solo había cometido seis errores no forzados en todo el partido final, Stephens exclamó: «¡Venga ya! No creo que me haya pasado eso antes. Dios mío, qué estadística».
Sobre su actuación, dijo que fue «suficientemente afortunada» para «aguantar un poco más de tiempo». «Salí y cumplí y corrí detrás de cada bola, eso es todo en lo que me concentré», destacó.
«Hace cinco semanas era la novecientos y pico, no era una amenaza. Voy a quedarme con eso y surfear la ola todo lo que pueda», declaró Stephens, quien está «preocupada» por usar su ránking protegido para entrar en el Abierto.
«Estaba literalmente horrorizada de no ser capaz de entrar en muchos torneos. Ahora mi ránking es más alto que me ránking protegido, y eso cambia las cosas un poco», explicó.
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