Venezuela acusó a Estados Unidos de ir contra sus ciudadanos con las nuevas sanciones financieras y pidió respaldo a la comunidad internacional ante lo que considera la «peor agresión» contra el país en dos siglos.
Desde la sede de la ONU, donde se encontraba cuando EE.UU. anunció los castigos, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, denunció la decisión y cuestionó sus intenciones.
«Quizá Estados Unidos está tratando de promover una crisis humanitaria en nuestro país. ¿Qué quieren? ¿Quieren matar a los venezolanos de hambre?», se preguntó Arreaza en declaraciones a los periodistas.
El canciller venezolano insistió en que estas sanciones «no son contra individuos, son contra el pueblo venezolano, son contra su economía, son contra su bienestar y no las vamos a permitir».
El presidente estadounidense, Donald Trump, firmó hoy una orden ejecutiva por la que prohíbe las «negociaciones en deuda nueva y capital emitidas por el Gobierno de Venezuela y su compañía petrolera estatal (PDVSA)».
Se trata del primer golpe por parte de EE.UU. al sistema financiero venezolano, después de haber aprobado medidas contra dirigentes chavistas en respuesta a la crisis que se vive en el país.
Arreaza dijo que los expertos están estudiando las sanciones y adelantó que el Gobierno tomará «todas las medidas» a su alcance para evitar que tengan «efectos en las familias venezolanas».
«No va Estados Unidos a provocar una crisis humanitaria en Venezuela«, garantizó el canciller, que no quiso profundizar en el posible impacto de las sanciones, ya que acababan de ser adoptadas.
En cualquier caso, sí dejó claro que Venezuela las considera muy graves, sobre todo sumadas a las opciones militares puestas sobre la mesa hace unas semanas por Trump.
«Quizás desde que el Imperio español fue derrotado por nuestros libertadores, por Simón Bolívar, esta es la peor agresión», opinó.
Ante esa situación, Arreaza destacó el apoyo que su país ha recibido de muchos gobiernos, incluso de aquellos con los que no tiene buenas relaciones, y dijo que Naciones Unidas no puede «quedarse de brazos cruzados y no condenar estas acciones».
«Al secretario general y también a la Asamblea General de Naciones Unidas le solicitaremos tomar posición sobre estas amenazas insólitas, anacrónicas, hostiles, inamistosas, que nosotros no podemos aceptar bajo ningún concepto», insistió.
Arreaza trasladó esa solicitud al jefe de la organización, António Guterres, en un encuentro que mantuvieron hoy, el primero desde que el canciller fue nombrado a principios de mes.
Guterres se ha mostrado cauto desde el principio de la crisis venezolana, insistiendo siempre en la necesidad de un diálogo entre el Gobierno y la oposición, algo que volvió a hacer hoy.
«El secretario general reiteró su opinión de que una solución política basada en el diálogo y el compromiso entre el Gobierno y la oposición es esencial, y urgente, para superar los desafíos a los que se enfrenta el país en un contexto de respeto al estado de derecho y a los derechos humanos», dijo su portavoz tras la cita.
El canciller venezolano insistió en que el Gobierno de Maduro es favorable a esa negociación y también al diálogo con Estados Unidos, con el que seguirá tratando de trabajar por la vía diplomática.
«Ojalá el presidente Trump y su Gobierno entiendan que este es el mundo del diálogo, no el mundo de las guerras», subrayó.
Arreaza defendió además la salud de la democracia venezolana y, utilizando una de las expresiones favoritas de Trump, aseguró que el país está siendo víctima de las «fake news» (noticias falsas) que pintan una situación muy distinta a la real.