El Museo de Arte Moderno de Nueva York continua su popular serie de conciertos de verano, fusionando géneros musicales en su icónico jardín de esculturas. Artistas como Carl Craig, Mabe Fratti y Moor Mother transforman el MoMA en un epicentro de arte sonoro y visual. Los conciertos están incluidos con la entrada al museo.
Este verano, el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA) ofrece a los amantes de la música y el arte una oportunidad única para disfrutar de su icónico jardín de esculturas Abby Aldrich Rockefeller mientras se sumergen en una vibrante serie de conciertos. Con la ciudad de Nueva York como telón de fondo, el MoMA se convierte en un punto de encuentro donde el arte sonoro y visual se fusionan en un ambiente que promete sorprender y deleitar.
El programa de conciertos, cuidadosamente curado por Martha Joseph, curadora asociada del Departamento de Medios y Performance, y Eliza Ryan, curadora invitada, es un verdadero homenaje al diverso tejido sonoro de la ciudad. Con un enfoque que abarca desde géneros populares hasta propuestas experimentales, la serie de conciertos incluirá actuaciones de renombrados artistas y DJ’s, todos listos para transformar el jardín en un escenario vibrante y ecléctico.
Entre los artistas destacados se encuentran figuras como Carl Craig, una leyenda del techno de Detroit, que se presentará el sábado 24 de agosto. Su actuación promete ser un viaje inmersivo a través de paisajes sonoros electrónicos, ideales para una tarde de verano. También se sumará a la programación Mabe Fratti, reconocida por sus composiciones experimentales que fusionan el violonchelo con sonidos electrónicos y vocales. Su presentación, junto a Arushi Jain y DJ’J, el 31 de agosto, cerrará la serie con una experiencia sonora introspectiva y cautivadora.
La particularidad de este evento no solo radica en la calidad de las actuaciones, sino en el escenario mismo. El Jardín de Esculturas Abby Aldrich Rockefeller, con su impresionante colección de obras de arte, ofrece un entorno perfecto para este tipo de eventos, donde cada nota musical parece resonar entre las esculturas, creando una atmósfera mágica y envolvente.
Una de las grandes ventajas de estos conciertos es que están incluidos en la entrada general al museo. Esto significa que los visitantes pueden disfrutar del arte visual del MoMA durante el día y, al caer la tarde, dejarse llevar por los sonidos envolventes de los conciertos. Además, los miembros del museo tienen la ventaja de acceder gratuitamente, lo que añade un incentivo adicional para formar parte de la comunidad del MoMA.
Es importante tener en cuenta que la capacidad del jardín es limitada y se asigna por orden de llegada, lo que añade un toque de exclusividad a cada evento. Para aquellos que deseen asegurar su lugar, se recomienda llegar temprano. En caso de mal tiempo, el evento se trasladará al interior del museo, manteniendo la calidad de la experiencia, aunque con un ambiente diferente.
Este evento es mucho más que una serie de conciertos; es una celebración de la música como una forma de arte en sí misma, integrada en el corazón de uno de los museos más importantes del mundo. La colaboración entre los curadores y el equipo de marketing del MoMA, liderado por Dore Murphy y Gabriela Pupin, ha dado como resultado una propuesta que no solo enriquece la oferta cultural de la ciudad, sino que también posiciona al MoMA como un destino obligado para quienes buscan experiencias artísticas completas.
Una oportunidad para ser parte de esta experiencia única. Ya sea que seas un amante del arte, un entusiasta de la música o simplemente alguien que busca una tarde diferente en la ciudad, los conciertos de verano en el MoMA prometen ser un evento inolvidable.
El MoMA, una vez más, redefine lo que significa ser un epicentro cultural, donde el pasado y el presente se encuentran en un espacio donde la creatividad no tiene límites. Visitar el web https://www.moma.org/calendar/programs/237 para mayor información. por Nahuel Leto
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