¿Cuándo diremos basta? ¿Cuánto más de esto podemos tomar como pueblo, como sociedad, como nación?
La masacre en la Sinagoga ‘Tree of Life’ en Pittsburgh, Pensilvania, fue otra muestra enfermiza de la violencia con armas de fuego en Estados Unidos: 11 personas asesinadas durante las oraciones del Sabbath.
Todos fueron asesinados por un fanático cuya mente fue envenenada por una retórica antiinmigrante, antisemita y antiamericana, quien fácilmente pudo adquirir un rifle de asalto gracias a las débiles leyes de armas de fuego de nuestro país.
Hemos pasado por esto una y otra vez: Las Vegas, Newtown, Aurora, Orlando, Sutherland Springs, Parkland, Columbine, Virginia Tech, y así sucesivamente.
Y en todo este tiempo, con todo este derramamiento de sangre, el Congreso y este presidente no han hecho nada para detenerlo. No han hecho nada para mantener los rifles de asalto y las armas de guerra, fuera de las manos del público.
Si las personas en los cargos públicos no cambian, entonces debemos cambiar a las personas en los cargos públicos.
Todos tenemos la oportunidad de hacerlo, este martes 6 de noviembre.
Aún más allá del martes, debemos continuar siendo proactivos en el proceso y presionar a nuestros funcionarios electos para que apoyen una nueva prohibición del rifle de asalto. Pero es necesario llamar a su miembro del Congreso o al Senado local para exigirles, de lo contrario, ellos no tomarán ninguna medida.
¡Llámelos y haga oír su voz!