La jornada electoral del martes 6 de noviembre estuvo precedida por un pronóstico climático (lluvia) que no evitó que los ciudadanos acudan a las urnas en el condado de Suffolk para ejercer así su derecho a elegir a sus próximos líderes políticos para el Congreso de los Estados Unidos, para Gobernador de Nueva York y para la Legislatura del estado, entre otros.
Los comicios avanzaron con tranquilidad bajo una inquietante pregunta que muchos tenían. ¿Es clave el voto latino en las elecciones?
Y sin estar totalmente seguros de la respuesta, la comunidad hispanohablante de Long Island asistió a votar con fe y decisión, como lo hizo Alexander Mejía, residente de Bayshore, quien afirmó “Estoy seguro de los cambios que la comunidad latina puede lograr si trabaja unida, y en eventos como éstos ejerce sus derechos y evita que otros sean quienes tomen las decisiones políticas del país donde vivimos”.
Es que ciertamente las elecciones de mitad de mandato se han convertido en un punto estratégico cuando de elegir gobernantes se trata y una vez más se ratifica que el voto hispano es la pieza clave para estabilizar los aspectos socio-económicos de las comunidades del electorado latino.
Pequeño gran cambio
En estas elecciones no se eligió presidente pero fueron igual de importantes pues este año estaban en juego 435 sillas de la Cámara de Representantes y 35 puestos de gobernadores para 36 estados.
Y los resultados de los comicios pueden ser un aval para las políticas de Trump hacia los inmigrantes o un obstáculo en su inquietante ascenso hacia la persecución migratoria, por ello la importancia del voto de los latinos.
“Hace 12 años me hice ciudadana y es la primera vez que decido venir a votar, creo que pensaba que mi voto no haría ninguna diferencia y hoy estoy segura de que no solo hace un pequeño cambio, sino que puede estropear los planes de quienes aspiran gobernar para aplastar a los latinos”, aseguró Lady Bakayoko, residente de Brentwood.
Cabe indicar que la comunidad hispana no ha sido la más fiel a la hora de ejercer el derecho de voto con el que cuentan las personas que se convierten en ciudadanos de los Estados Unidos, siendo su presencia en las urnas una debilidad, actuando en muchos casos indiferentes en las elecciones. Pero esto viene cambiando.
“Soy latina de nacimiento, norteamericana por mi esposo y quiero que todos los latinos se sientan seguros, pues no pueden venir aquí huyendo de la inseguridad de sus países y encantarse con una persecución enfermiza”, agregó Bakayoko.
No al hostigamiento
Los puntos de votación en Suffolk, Long Island, contaban con información clara sobre la no propagación de información cerca de las zonas establecidas para votar, evitando así el hostigamiento a los votantes y garantizando la transparencia de la jornada cívica.
“El proceso ha sido rápido y todo ha funcionado bien, no hay líneas y el tiempo de espera es relativamente corto”, comentó Aurora Vidal, residente de Central Islip, tras cumplir con su deber de votar pensando en una mejoría para el futuro de los hispanos en Nueva York y los Estados Unidos.
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